CIUDADANÍA INFORMADA
El ejercicio de la democracia presupone la existencia de un ciudadano bien informado, un ciudadano que sabe que su mundo personal está determinado por asuntos públicos.
Un ciudadano informado es aquel que comprende lo que sucede en su entorno que le rodea y puede interactuar consciente y responsablemente en él. Estar bien informado requiere de procesar bien la información, conocer los medios, de quiénes son y cómo funcionan, elegir los medios que informan con seriedad y tras un serio trabajo de investigación, y reivindicar una información de calidad.
Un ciudadano bien informado tiene la ventaja de:
- Saber lo que pasa a su alrededor
- Saber lo que hacen o dejan de hacer los políticos
- Tener una opinión sobre lo que sucede
Esto trae como consecuencia una ciudadanía más exigente y definitivamente menos tolerante con quienes ejercen el poder y cometen negligencia en relación al bienestar de la población.
Esto trae como consecuencia una ciudadanía más exigente y definitivamente menos tolerante con quienes ejercen el poder y cometen negligencia en relación al bienestar de la población.
El concepto ciudadano bien informado apunta también a la responsabilidad del mismo ciudadano. Es decir, el ciudadano que aspira – o debería aspirar- a estar bien informado para emitir un punto de vista crítico. Esta aspiración requiere de responsabilidad con la información que se utiliza para poder formarse una opinión propia.
Estamos obligados a identificar, analizar y lograr un conocimiento suficiente de los asuntos públicos de nuestro país para participar e intervenir de manera responsable en la sociedad. De lo que se trata es de ejercer una ciudadanía informada, y así aportar al fortalecimiento de la democracia y al respeto a los derechos humanos.
REFERENCIAS
http://www.nabarralde.com/es/eztabaida/10549-el-ciudadano-bien-informado
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